El tiempo florecido en narraciones
le fue pintando magia en el ambiente,
robándole los duendes a la noche
y colmando de leyenda sus paredes.
-Una patina gris de tela y niebla
desdibuja botellas y anaqueles.
¡Vaya uno a saber cuantas historias
se quedaron prendidas en sus redes…
¡Que lindo si un hechizo milagroso
nos dejara volver hasta sus fuentes ¡
-La maquina del tiempo nos atrapa
tras el umbral gastado de su ochava
y el viejo mostrador desvencijado
se abre con regocijo as la acodada.
Supo de buenos tiempos cuando nueva.
Era punto obligado en la trenzada
de algún encontronazo pendenciero.
O la picara intención de la truqueada.
¡Seguramente alguna “fija de cuadrera
dejó mas de un apostador a las boquiadas¡
-A poco que escarbemos en su historia
han de surgir payadas y entreveros
tal vez algún bailongo; una muchacha;
y porque nó, algún planazo bien certero.
Que todo es cosas de vivir viviendo,
si es que queremos darle el gusto al cuero.
-Pero no vamos a aflojarle a la nostalgia,
La vieja pulpería, empecinada,
sin darle ni un resuello, aunque le cueste,
aun sigue por los días de estos días
diciéndole ¡presente¡ a este presente.
Es Cacho Di Catarina el que le hilvana
las cuentas al collar, que como puente,
se tiende en brazos en brazos levantando amigos
para que griten con su grito fuerte:
-¡La vieja pulpería sigue viva
Y es parte de la historia de Mercedes¡.
-
Gerardo Robert
10 de septiembre de 1995
-Fuente: Arcon del Recuerdo
http://www.arcondelrecuerdo.com.ar/
No hay comentarios:
Publicar un comentario