Al mediodía, entramos en una gran casa para almorzar. Esta era una pulpería, en la cual también se puede adquirir todo lo que uno necesita: se venden vinos, bizcochos, pan, yerba, azúcar, etc. y, además, vestimentas para hombres y mujeres, baratijas, sombreros, armas, y es bar, casa de comida y venden artículos de cuero para caballos y carruajes.
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El aspecto de esta pulpería me hizo cierta impresión. Todo el salón estaba dividido por una reja de hierro. Es a través de esta barrera que se sirve a los clientes, lo que parece una cárcel. Los clientes, que son gauchos, visten de poncho y chiripá, llevando alrededor de la cintura un cinturón de cuero, llamado tirador, adornado con botones y monedas de plata o de oro.
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...En la pulpería nos sirvieron sardinas al aceite, carne de vaca, asada, bistec a la sartén, queso Gruyere, uvas secas, almendras, vino. Fue un excelente almuerzo y luego mate, mientras los postillones ensillaban los caballos.
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El aspecto de esta pulpería me hizo cierta impresión. Todo el salón estaba dividido por una reja de hierro. Es a través de esta barrera que se sirve a los clientes, lo que parece una cárcel. Los clientes, que son gauchos, visten de poncho y chiripá, llevando alrededor de la cintura un cinturón de cuero, llamado tirador, adornado con botones y monedas de plata o de oro.
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...En la pulpería nos sirvieron sardinas al aceite, carne de vaca, asada, bistec a la sartén, queso Gruyere, uvas secas, almendras, vino. Fue un excelente almuerzo y luego mate, mientras los postillones ensillaban los caballos.
Fuente: Autor, H. Armaignac, publicado en, www.federaciongaucha.com.ar
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