domingo, 20 de julio de 2008

Boliche de Estaño

Te vas muriendo de a poco
viejo boliche de estaño
con tus barajas mugrientas
y tu sudor proletario.
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Nunca te faltó un cantor
del que todo pueblo tiene
que al parroquiano entretiene
mientras le canta sus penas.
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Hay una caña que quema
la garganta de algún curda
que cree que así le hace burla
a los dolores que tiene.
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Yo no le canto a tu vida
y no le lloro a tu muerte
sólo que yo comprendo
lo que le espera a tu suerte.
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Te vas muriendo de a poco
viejo boliche de estaño.
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Letra: Hugo Salerno
Música: Marcelo Saraceni

Las Encadenadas, posta y almacén

Posta y almacén de ramos generales con estafeta de Correos y Telégrafos habitada por diferentes familias desde fines del siglo pasado (antes de la fundación de Villa Cañás).
Las Encadenadas nace como una posta con estafeta de Correos, que se conectaba con San Urbano – Melincué -
"Pasaban dos carruajes; uno transportaba gente y el otro, correspondencias, bultos. En Las Encadenadas hacían cambio de caballos.
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Venían de Teodelina, pasaban por la posta La Paloma (ubicada al este de Villa Cañás), llegaban al almacén y se iban a San Urbano. Les llamaban "galera"; la que llevaba gente tenía dos ventanitas en cada costado, y la que llevaba cargas era como un furgón, todo cerrado, se abría sólo la puerta de atrás. "En ese tiempo - años '25, '26, '27...- corría la línea de telégrafo. Este era el medio de comunicación; nos mantenía en contacto con Villa Cañás, Teodelina..."
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"Las Encadenadas era una casa grande, de paredes anchas (de un ladrillo y medio, cada ladrillo tenía cuarenta y cinco centímetros de largo por veinte de ancho), tenía dos dormitorios y un comedor, del largo de esas dos habitaciones y más ancho era el salón del negocio - estos tres ambientes tenían piso de madera -, el sótano era de doce metros de largo por seis de ancho (allí se colocaban las bordolesas de vino, la cerveza, las gaseosas, los quesos, las facturas); la cocina, era amplia, tenía pisos de mosaico y una cocina a leña grande -...
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"Las Encadenadas era un almacén de ramos generales. Mi papá vendía ropa de trabajo para toda la gente de campo: botas; botines; esos zapatones de suela de madera para juntar maíz; el botín Patria; además, había remedios para friccionar, para el catarro, para los chicos; sombreros; pañuelos de gaucho; maletas para juntar maíz; pullovers; camisetas; monturas para sulky, para breque; recados; pecheras...
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En un ladrillo de la pared del edificio del almacén se hallaba inscripto: 1.901; año en el que terminó de construirlo el Sr. Dante Pellegrini (en 1.902 se funda Villa Cañás). Por esos años, estuvo al frente de esta posta-almacén Don Victorio Noca. Se estima que su fundación data de la última década del siglo diecinueve y que la construcción era de adobe, según datos de lugareños (familia Tonso). Estaba ubicado a dieciséis kilómetros al norte de Villa Cañás, en la Colonia Rueda.
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"En el año '80 le empezamos a sugerir a nuestro padre -continúan los hermanos Mian- que cerrara, el negocio no daba. Con el correr de los años la colonia se redujo, la mayoría de las familias se radicaron en el pueblo y las que se quedaron venían seguido por trámites bancarios, y hacían las compras. Era imposible mantenerlo cerrado y en buenas condiciones; pensamos que iba a ser víctima de saqueos y deterioros. Antes de ponerlo en venta, mi padre habló con la gente de la Comuna de Villa Cañás, avizorando la posibilidad de que lo mantuvieran como lugar histórico. La respuesta fue que ellos tampoco podían preservar el lugar. Por lo tanto, lo pusimos en venta."
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Lo compró la Municipalidad de Arenales. En enero de 1981 el almacén de ramos generales Las Encadenadas es demolido.
Sólo quedan en Villa Cañás las rejas de una de las ventanas en poder de la familia de Alberto Mian. Los restos del edificio -ladrillos y escombros- se hallan sepultados en los cimientos de una pileta pública de mencionada localidad de la provincia de Buenos Aires.
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En el sitio geográfico en el que se hallaba esta posta-almacén, que albergó a tanta gente, actividades y vivencias que son parte de nuestra historia de héroes cotidianos, no hay -hasta el momento- ningún monolito de referencia para que las generaciones futuras sepan con certeza de su ubicación espacial.
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Texto: Juan Carlos Mogni, para ver el articulo completo visite: http://villacan.com.ar/pan/Rev3/almacen.htm